Los cuatro estereoisómeros de la lactona del whisky, o B-metil-y-octalactona, se encuentran en la naturaleza, en concreto en la madera de roble utilizada para fabricar barrica en las que se envejece whisky, vinos y brandis. La lactona del whisky ha sido identificada como la fuente de los olores similares al coco en los brandis a base de uva, como el coñac.
Tras tan explícito nombre se esconde el deoxinivalenol, un tricoteceno (familia de micotoxinas producidas por especies de hongos de los géneros Fusaríum, Myrothecíum, Trichoderma, Trichothecium, Ceph.alosporium, Verticimonosporium y Stachybotrys) que produce los efectos que su nombre sugiere, aunque en humanos serían necesarias dosis elevadas. o lo intenten.
A estas alturas, cuando creíamos que ya lo habíamos visto todo, aparece una proteína que se llama igual que el personaje de videojuegos. En concreto, de Sonic, el erizo mascota de la compañía SEGA. Pero no la pierdan de vista porque es una proteína con bastante importancia e interés en la regulación de la organogénesis de los vertebrados.
La curiosidad de esta molécula está en que su nombre proviene de Rapa Nui, el nombre nativo de la Isla de Pascua. El farmacéutico canadiense Suren Shegal la descubrió en 1972 en unas muestras que provenían de esta isla. La rapamicina es una sustancia con muchas funciones, involucrada en la comunicación entre las células y con prometedoras aplicaciones en el tratamiento de enfermedades como el alzhéimer, el lupus y la distrofia muscular. En la actualidad su uso más común es como fármaco inmunosupresor. Ra viene de Rapa Nui, el nombre nativo de la Isla de Pascua.